martes, 22 de noviembre de 2011

Día 4 de oniro



Deseo
Deseo de que no me encuentre. 
No es temor es un deseo ardiente que me aprieta el pecho, y eso me lleva al susto.
Ella es pequeña y tiene el cabello como serpientes. Rojas serpientes. 
Su carita inexpresiva no me dice nada, pero en el fondo sé que lo disfruta, y es así como veo que corta las cabezas de las niñitas que hacen fila al costado de un colegio religioso. Una larga cola de niñas que se acercan a Ella.
Las agarra del cuello y con un pedazo de ventana rota les corta la cabeza y la sangre se va despacio formando un pequeño río que ahoga los brotes de algunas plantas.
Los años pasan.
Y me encuentra.
Ya no es una pequeña y me persigue, va dejando muerte y destrucción a su paso. Se acerca peligrosamente. Yo corro a esconderme en un edificio del que me quieren sacar a patadas. Peleo y me escapo pero ella esta cerca y me va a encontrar en el dolor.
El dolor sube desgarrando mi garganta hasta partirla en dos. 

3 comentarios:

  1. Un desgarrador escrito,gracias por visitarme,siempre es un placer leerte,un abrazo.J.R.

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  2. La cuestión no es escondernos para que no nos encuentre porque, inevitablemente, sucederá antes o después. El secreto es estar preparadas para cuando lo haga. Besos.

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  3. El temor hace crecer el ego del que te atemoriza…hay que hacerle frente, no es fácil, pero quizá es la solución para que su ego se mitigue y podamos encontrar y alcanzar esa luz que siempre espera tímida en la oscuridad…

    Un placer leerte…

    Bsos

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