lunes, 31 de octubre de 2011

Mientras que...



Los bichos inmensos rodean al hombre desierto. Una vez más la venganza de la vida. El olor a muerte seca y a sangre coagulada por todos lados. Corran y griten inútiles nada la detendrá.
Es de día y es de noche. Las dudas no entran. Corran inútiles que se acerca la agonía en busca de una víctima más.
Duras las penas. Duro el brazo fuerte que con sus dedos largos desgarra las vísceras de los que duermen en el suelo pelado de la calle.

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