Que me incumbe del vidrio roto
Desparraman cuchillas que duermen brazos y corazones
Del despertar ahora los filos cortan muecas en las bocas
Y escupen sangre
Se acuestan al amanecer de los días olvidados
El reposo se sale de su cauce
Y revientan las venas de los ojos
Produciendo mares rojos en el blanco inmaculado de la liviandad
Cuantos retorcijones y espasmos de enfermo atornillado a la cama
Cuantas ocurrencias para impedir la llama gris del descanso
De un tiempo hasta ahora cabalgábamos desbocados de indulgencia
Hoy no
Ya no
Nos hace crisis el cerebro y las mañas se acortan para dar paso a la guerra
Por allá se lanzan a destrozar las placas de acero de la casa mayor
En otro lugar desalambran las lluvias ácidas para que beban los animales muertos
Miren ahí, desentierran las raíces y las sacan a relucir como cuchillas oxidadas
No se escondan del día nuevo
Llegaron los campos arrebatados, los barrios sucios, las almas desacuarteladas
Llegaron y gritan
Se hace añicos la arrogancia de antes
y ahora
Como ángeles dulces y radiantes
Con espadas en las manos defienden el sueño inconcluso
Y tiernas utopías reales
Que serán
No hay comentarios:
Publicar un comentario